Diseño de oficinas: la sostenibilidad arquitectónica en los espacios de trabajo
El diseño de oficinas es un sector que, actualmente, se encuentran en continua evolución. Y no solamente cambian las tendencias de decoración y distribución de espacio en base a las preferencias o necesidades de la empresa, sino que cada vez lo hacen también más hacia los diseños sostenibles, es decir, la creación de espacios de trabajo que favorezcan el ahorro energético y que sean más respetuosos con el medio ambiente.
Algo que está muy relacionado con el hecho de que en los últimos años la sociedad y especialmente las empresas se hayan ido concienciando al respecto. La prueba está en que cada vez más compañías españolas obtienen la certificación LEED (Leadership in Energy & Enviromental Desing) porque cumplen con un conjunto de normas que tienen que ver con la sostenibilidad. Uno de los reconocimientos más importantes a nivel internacional.
Los diseños de oficina sostenibles tienen por objetivo la implementación de determinadas estrategias que ayuden a mejorar el impacto medioambiental también en la oficina, aprovechando la arquitectura del edificio para optimizar el uso de la energía y ahorrar hasta un 50% en suministros de agua y luz. Pero también se tiene en cuenta la calidad del aire, el material, el mobiliario, el reciclaje y la distribución de la oficina.
Características de las oficinas sostenibles
En las oficinas sostenibles, la salud y el bienestar de los trabajadores es muy importante, por lo que se intenta crear un entorno saludable, manteniendo una temperatura adecuada, una buena calidad del aire y reduciendo al mínimo el ruido en la misma. Con este último objetivo, son muchas las empresas que, en los últimos años, han apostado por la instalación de mamparas de oficina para crear espacios privados sin que los empleados pierdan el contacto con el resto de sus compañeros.
Pero también es necesario mantener una buena limpieza de todos los espacios, incluyendo el mobiliario y los equipos informáticos; que la calidad del aire sea la adecuada; y que la temperatura y la humedad favorezcan el bienestar de los trabajadores, lo que, sin duda, repercutirá positivamente en su nivel de bienestar. La idea es conseguir un espacio libre de bacterias, productos químicos y donde haya suficiente aire fresco.
Lo que debe tenerse en cuenta es que las oficinas sostenibles no solamente son cosa de la propia cúpula directiva, sino que todo el equipo debe permanecer implicado para lograrlo. De manera que todos estén concienciados y sean más responsables con el medio ambiente. Para lo cual, es importante contarles las ventajas que todo esto conlleva para impulsarlos a reciclar, reutilizar y reducir el consumo de material, de luz o de agua. Además, puede ser una buena idea animarles a participar aportando nuevas sugerencias sobre cómo hacer que la oficina sea aún más sostenible.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que no se trata de algo que pueda conseguirse de la noche a la mañana, sino que hay que establecer ciertos objetivos a corto plazo para ir mejorando en este sentido. Por ejemplo, se puede fomentar que los empleados utilicen el transporte público o que compartan coche ofreciéndoles bonos por ello. También se puede usar material reciclable, como papel y bolígrafos, reducir el consumo de papel al mínimo aprovechando los ordenadores siempre que puedan para escribir los documentos y buscar una empresa de limpieza que utilice productos ecológicos.
Por último, también debe reducirse el consumo de energía, para lo cual es aconsejable comprar fotocopiadoras e impresoras más eficientes, cambiar la iluminación de bombillas halógenas a tecnología LED y distribuirla adecuadamente por los lugares de trabajo. Así como apagar los equipos cuando no estén siendo utilizados.