¿Cuánto cuesta cambiar la instalación eléctrica de un local?
En tiempos de crisis son muchas las personas que, ante la falta de oportunidades laborales, han decidido emprender y poner en marcha su propio negocio. Ser tu propio jefe tiene muchas ventajas, pero si queremos que el negocio vaya bien y que podamos tener suficiente dinero para mantenerlo hasta que empiece a dar beneficios, es importante tener en cuenta algunos aspectos de vital importancia. Alquilar un local para reformar puede suponer un gran ahorro, ya que generalmente el coste mensual es más barato, pero antes de hacerlo debemos estudiar muy bien si la inversión es rentable.
Si solamente tenemos que pintar o hacer algunos pequeños arreglos, el coste no es muy alto, pero si tenemos que cambiar la instalación eléctrica o de fontanería la cosa cambia. Y es aquí donde más debemos detenernos a comparar presupuestos. Las viejas instalaciones conllevan muchos riesgos, por lo que si queremos que nuestro local consiga la licencia de apertura, deberemos adaptarla a la normativa de seguridad vigente. Un trabajo en el que intervienen albañiles, electricistas y pintores.
Precio de cambiar la instalación eléctrica de un local
Muchas personas no saben a ciencia cierta cuánto cuesta cambiar la instalación eléctrica de un local, por lo que es aconsejable no contratar los servicios de la primera empresa que nos encontremos por muy buena que parezca. Debemos solicitar diferentes presupuestos para saber que no nos están ofreciendo un precio demasiado alto ni demasiado bajo, lo cual también supone un problema, ya que es posible que el trabajo no sea de calidad y que tengamos problemas en el futuro. No obstante, tampoco hay que asustarse. El precio mínimo que te gastarás en este tipo de reforma es de 642 euros y el precio máximo de 1.925 euros. Puede variar en función de las características del local, pero lo normal es que cambiar la instalación eléctrica cueste entre 1.000 y 1.500 euros.
¿Cómo se lleva a cabo la renovación de la instalación eléctrica de un local?
Lo primero que debe hacerse cuando queremos cambiar la instalación eléctrica de un local es reemplazar el cuadro general. Antiguamente toda la instalación se controlaba mediante un solo interruptor diferencial o mediante plomos. El problema es que, ante cualquier fallo, podían fundirse y era difícil localizarlo. Con el sistema actual existe un interruptor general que distribuye el suministro entre diferentes interruptores, uno para cada zona del local. De esta forma, es más fácil localizar el problema y no es necesario perder todo el suministro.
El siguiente paso es sustituir todas las líneas eléctricas del local. En casos excepcionales únicamente hay que cambiar el cableado y los elementos eléctricos, pero generalmente no es posible, ya que los cables viejos tienden a romperse y a atascarse cuando intentamos sacarlos. Con lo cual, la mayoría de las veces hay que abrir las rozas y extraerlo todo.
Después se colocarán los nuevos tubos, las cajas de empalmes y los cajetines que alojarán los elementos eléctricos. Una vez hecho esto, se taparán las rozas con cemento o yeso para que los electricistas puedan hacer su trabajo. Entonces, los electricistas pasarán los cables, llevarán a cabo los empalmes que sean necesarios, instalarán los mecanismos de interruptores, enchufes y embellecedores de los elementos eléctricos. Luego entran en escena los pintores, que alisarán las rozas que se han hecho para que no se noten y pintarán las paredes.
No obstante, debes saber que hay soluciones que, aunque estéticamente no quedan tan bien, son más baratas. Estamos hablando de las instalaciones externas que no necesitan de rozas. En cualquier caso, siempre puedes optar por tuberías de PVC y canaletas decorativas. En viviendas su resultado estético es cuestionable, pero en locales comerciales o industriales son una magnífica solución, ya que además, en el caso de que haya que realizar una reparación, será más sencillo y no se perderá tanto tiempo de trabajo.