¿Sabías que el color de las paredes de una oficina influye considerablemente sobre nuestro estado emocional? El estado de ánimo de los empleados de una oficina tiene un gran impacto sobre su rendimiento, por lo que el color que hayamos elegido incluso puede llegar a aumentar nuestra productividad o reducirla. Por esta razón, a la hora de elegir el color para pintar la oficina es muy importante que se tenga en cuenta el espacio que se quiere crear y, de esta manera, mejorar la concentración y el rendimiento, y favorecer la aparición de nuevas ideas y la creatividad.
La cuestión es que, en la actualidad, se han puesto muy de moda en las oficinas modernas los colores vivos y muy llamativos. Poner muchos colores en las paredes de un mismo espacio no tiene por qué ser malo ni estar reñido con disfrutar de un espacio armonioso, pero sí que puede ser negativo para la productividad si realizamos altos contrastes. ¿Quieres saber cuáles son los mejores colores para pintar una oficina moderna?
El azul es una buena opción para aquellas oficinas donde los empleados estén sometidos a elevados niveles de estrés porque suela trabajarse bajo mucha presión. Este color transmite calma y evita la excitación, pero también ayuda a conectar con las propios emociones y favorece los momentos de reflexión. Ideal para oficinas en las que los empleados trabajen mayormente solos, como por ejemplo, redactores.
El blanco es perfecto para empresas en las que se lleve a cabo un trabajo objetivo e intelectual, como el diseño, la ciencia o el dibujo. Da sensación de orden, limpieza, control del espacio y tranquilidad. Por eso, si en tu empresa se requiere de un gran nivel de concentración y de actividad mental, el blanco es la mejor elección.
El verde es un color que transmite tranquilidad y relajación. Pero también ayuda a mejorar la concentración y favorece la creatividad cuando se trata de hacer un trabajo individual. Con lo cual, las diferentes tonalidades de verde que existen pueden ayudarnos a desarrollar ideas nuevas y audaces. Ideales para aquellas oficinas cuya actividad esté centrada en generar nuevas ideas que consigan conquistar nuevos mercados y clientes.
El amarillo es el color que mejor encaja con aquellas empresas en las que se necesite una gran actividad cerebral y un buen nivel de comunicación. Además, aumenta la energía por lo que es perfecto para aquellas oficinas en las que se realice un trabajo repetitivo y monótono la mayor parte del tiempo, proporcionando vitalidad en aquellos momentos en los que se hace complicado estar mucho tiempo seguido trabajando.
El rojo es uno de los colores más intensos y pasionales que existen. Muy adecuado para pintar oficinas de estilo feng shui y para favorecer la respiración y el ritmo cardíaco. Pero también es una buena opción para los muebles, ya que resulta muy llamativo y combina muy bien con muchos colores.
El naranja es perfecto para empresas en las que se quiera a favorecer la interacción entre los miembros de la plantilla pero de una manera más informal. Por eso, es muy recomendable para zonas de descanso y comedores, ya que hará que la comunicación entre los compañeros de trabajo sea más fluida y que el ambiente general de la empresa mejore.
Colores terrosos y naturales
Este tipo de colores son ideales para transmitir sensación de estabilidad y contención cuando nuestro punto débil es la confianza y estamos temerosos por las relaciones en el futuro. Además, debes saber que estos colores poseen efectos relajantes.
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