Crear un espacio de oficina en una nave industrial
Son muchas las veces que nuestros expertos de Espacios de Oficina hemos participado en conversaciones que versan sobre cómo es mejor distribuir la oficina, qué recursos, desde un punto de vista técnico, tiene hoy en día una empresa para acondicionarla mejor y optimizar el espacio disponible. En estas conversaciones siempre se nombraban a las mamparas de oficina, los tabiques armario, los falsos techos y un gran número de elementos que participan en la configuración de una oficina. Sin embargo, muchas personas, inclusive algunas con las conversábamos, imaginaban, al ser nombrada la palabra oficina, al moderno edificio que en los últimos tiempos han venido elevándose hacia el cielo por las ciudades españolas o, por el contrario, al clásico y señorial edificio restaurado y convertido en oficina que ocupa muchas parcelas del centro de otras ciudades. Sin embargo, son pocos los que imaginan al hablar de esos espacios en una nave industrial.
Las naves industriales
Lo cierto es que en España, al igual que en otras muchas partes del mundo, hay muchas empresas que desarrollan su actividad en una nave industrial. Las nuevas tendencias en la construcción de naves industriales ha ido configurando promociones situados en polígonos industriales dotados de muchos servicios, que intentan tener una planta baja cuya forma acostumbra a ser regular, por ejemplo, un rectángulo que en la parte superior alberga un altillo, que no es más que un forjado de hormigón u otro material constructivo que suele tener una superficie inferior a la de la planta inferior, en la que se sitúan las oficinas. De hecho, es un espacio reservado prácticamente siempre para la instalación de oficinas.
¿Qué elementos podemos utilizar para crear nuestra oficina en la nave?
Son muchos los recursos que la tecnología de la construcción nos ofrece a la hora de crear nuestro despacho en la nave industrial. Lo habitual es el uso de mamparas que suelen estar situadas en la distribución del espacio destinado a salas de reuniones, mientras que los trabajadores acostumbran a estar ubicados en un espacio abierto, una sala de mayor tamaño en la que se sitúan las mesas y sillas en las que desarrollan su trabajo.Otro elemento muy utilizado es lo que se conoce como techo registrable, que se caracterizan por ser desmontable gracias al entramado de perfilería metálica que se instala y sobre la que se apoyan las placas. En este punto, las posibilidades son múltiples y a gusto del consumidor, ya que en función del aire que deseemos crear en la oficina convendrá el uso de un material u otro pudiendo ser las placas de vinilo, de fibra, de escayola o metálicas; algunas incluso simulan un acabado de madera consiguiendo crear un ambiente entre lo rústico recordando a la naturaleza y los elegante y sobrio, aunque con cierto tono a los colores pastel tan identificados con los entornos naturales.El uso de los falsos suelos ha sido muy extendido, entre otras cosas por la comodidad y las ventajas que presenta. Este elemento, a parte de tratarse de un pavimento cuya calidad y formas, así como colores se puede adaptar sin problema a nuestro gusto, lo cierto es que tiene la ventaja que crea una cámara de aire entre el pavimento original y el nuevo pavimento que le colocamos encima. El resultado es que por esa zona puede pasar todo el cableado necesario para los servicios que la empresa necesita, desde las conexiones de los ordenares a los teléfonos, las impresoras y los servidores, también podríamos incluir a la iluminación.En fin, un gran abanico de opciones que el usuario de una nave industrial debe tener en cuenta a la hora de crear su espacio de oficina y, por cierto, no olvidar consultar con un experto, porque su experiencia anticipará los problemas que puedan surgir en un futuro y eso se traduce en un ahorro de costes.