La pandemia del coronavirus ha obligado a empresas de todo el mundo a rediseñar sus espacios de trabajo para proteger a sus trabajadores y evitar posibles contagios, lo que obviamente ha traído consigo más de un quebradero de cabeza, sobre todo en lo que respecta a las salas de reuniones. Y es que este tipo de espacios son esenciales para la actividad de las empresas.
Para poder continuar utilizándolas sin renunciar a la seguridad, Actiu ha confeccionado una guía de consejos para adaptar las instalaciones de las empresas en la era post-Covid, incluyendo una serie de protocolos y ejemplos prácticos de redistribución del espacio con el que contamos para reducir en todo lo posible los riesgos, siguiendo las regulaciones establecidas por el Gobierno y las Comunidades Autónomas para la prevención de contagios del coronavirus.
Todos sabemos que el distanciamiento social es la medida más eficaz para evitar los contagios. Pero además de respectar la distancia mínima de 2 metros entre trabajadores, reducir el aforo y la densidad de trabajadores en la empresa, es importante que se realice una labor de concienciación con la plantilla, se fomente la transformación digital, se instalen mamparas de seguridad, materiales antbacterianos, mobiliario ergonómico y se creen espacios versátiles y multifuncionales.
Pero además, la guía recomienda cumplir determinadas medidas de higiene para los empleados y sus puestos de trabajo, señales que garanticen que el tránsito de los trabajadores se realice de manera segura y la instalación de nuevos instrumentos tecnológicos como sensores que eviten el contacto en zonas de uso compartidos o cámaras de control de temperatura corporal.
La implementación y cumplimiento de protocolos de seguridad e higiene es mucho más complicada cuando se trata de salas en equipo en las que se realizan trabajos colaborativos o se reúnen muchos profesionales cada día, ya que el trasiego de gente suele ser muy amplio. A lo que hay que sumar que muchas veces no se reserva un intervalo de tiempo entre una reunión y otra.
La idea es que este tipo de espacios fomenten la creatividad y la transmisión de ideas entre profesionales y favorezcan momentos de desconexión entre distintas tareas que requieran un alto nivel de concentración, pero también es fundamental que sean seguros para proteger la salud de los trabajadores.
La cuestión es que la tipología de estos espacios es muy heterogénea. Y es que podemos encontrar desde salas de reuniones abiertas o cerradas para debatir con el equipo a salas con sistemas más estáticos con pantallas, paneles móviles, elementos de apoyo, pizarras, etc y zonas con productos más flexibles.
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