Definir la imagen corporativa de la empresa que queremos dar a nuestros clientes es de vital importancia. Y es que, en la actualidad, ya no basta con ofrecer un buen producto a buen precio, sino que la percepción que tienen los consumidores de nuestra marca y las experiencias que viven en nuestro negocio pueden determinar en gran medida su decisión de compra. Por esta razón, en los uúltimos años, hemos podido ver cómo muchosm estilos decorativos del pasado han vuelto a resurgir, con el objetivo de dar personalidad a las instalaciones de la empresa.
Es es el caso del estilo Shabby Chic. Un estilo que tiene su origen en la época de las grandes casas de campo de Gran Bretaña, donde era habitual encontrar sofás y cortinas desgastadas y descoloridas, y pinturas antiguas que daban a la vivienda un toque humilde, pero elegante al mismo tiempo. Consiste en combinar elementos antiguos con otros más modernos, incorporando colores pasteles con predominancia de blanco. Un estilo que se hizo muy popular entre los artesanos y mdernos bohemios durante la década de los 80, cuando la decoración cara y de calidad se puso de moda entre la clase media-alta, y que hoy en día ha vuelto a resurgir, pudiéndolo ver tanto en viviendas como en oficinas.
Los colores que se suelen incluir dentro del estilo Shabby Chic son el azul celeste, los rosas claros, el verde aguamarina, el beige y mucho blanco. Si además puedes conseguir un papel pintado estampado con flores será un paso enorme para darle el ambiente retro típico de este estilo a tu oficina. N es necesario que lo hagas en las cuatro paredes, sino que puedes hacerlo solamente en una.
Sillas, mesas y armarios de madera de la época son rescatados de anticuarios para formar parte las oficinas, especialmente de las mujeres urbanitas. De hecho, el mobiliario es la clave del estilo. Por lo general, se suelene elgir muebles propios de la época, pero este estilo admite también elementos más modernos, por lo que también es posible incluir, por ejemplo, una silla de oficina con ruedas, siempre que el tapizado sea de los colores y estampados florales propios de este tipo de decoración.
No tengas miedo a combianr diferentes materiales. Madera decapada con mimbre, porcelana con telas de encaje, hierro de forja con vidrio, etc. Y mucho menos a combinar muebles de distintas épocas. Eso sí, es muy importante que siempre mantengas un buen equilibrio entre lo antiguo y lo moderno para conseguir un resultado elegante.
El estilo Shabby Chic contribuye a iluminar la estancia ya por sus colores claros, pero también necesitaremos incluir una lámpara de flexo o de techo, que no tienen por qué ser de este estilo, sino que pueden ser modernas.
Si tienes suficiente espacio, puedes incluir en tu despacho un sofá en el que tus clientes puedan esperar mientras son atendidos. Eso sí, decántate por aquellos que tengan un marcado halo vintage, en tonos pasteles o con estampados de flores, y que parezcan desgastados. Si lo prefieres, puedes incluir los estampados solamente en los cojines y almohadas, que deben encontrarse en abundancia.
Pero también es fundamental incluir algunos objetos antiguos. Un punto en el que tampoco podemos olvidarnos de los textiles. A la hora de elegir unas cortinas, la cretona es una excelente elección, sin olvidar que siempre tenga un toque descolorido. También podemos optar por incorporar una alfombra moderna de animal print, una flor natural dentro de un jarón de cerámica en la mesa, pinturas antiguas con imágenes costumbristas en las paredes, una radio antigua, etc. Detalles que te ayudarán a insuflar personalidad a tu despacho y que pondrán la guinda al estilo.
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