Los centros de coworking no dejan de crecer. Y es que ante las dificultades económicas por las que atraviesa nuestro país, muchos profesionales han decidido emprender y ofrecer sus servicios sin tener que depender de una empresa, pero necesitan un lugar de trabajo. Esto sumado al hecho de que la era digital ha creado una gran variedad de profesiones que hasta hace unos años no existían han hecho que estos espacios de trabajo se hayan convertido en todo un éxito.
Las grandes capitales de todo el mundo ya cuentan con lugares destinados a esta nueva modalidad de trabajo. Desde el año 2012, la cifra se ha incrementado en 1.000 nuevos centros de coworking, pasando de 2.000 a 3.000. Y se espera que para el año 2018 sean 12.000.
No obstante, como cualquier negocio, los centros de coworking requieren de una inversión inicial y uno a dos años en funcionamiento para que empiecen a dar beneficios. Según datos extraídos de la 2ª Encuesta Mundial sobre Coworking, crear un negocio de este tipo suele costar alrededor de 46.500 euros. Con lo cual se trata de una inversión que ofrece beneficios a largo plazo. De hecho, el 72% de ellos son rentables a partir de los dos años. Y es que, como ocurre con cualquier negocio, rara vez se consiguen beneficios en los primeros meses. Pasados los dos primeros años, el 87% consigue ser rentable. Lo que significa que se trata de un negocio muy seguro.
Como es obvio, la principal fuente de ingresos de los espacios de coworking procede del alquiler de los puestos de trabajo (61%). Pero además, algunos centros también obtienen beneficios por el uso de las salas de reuniones (10%), la comida y la bebida (5%), venta de entradas para talleres y eventos (5%) y servicios de oficina virtual (3%). Alrededor de un 30% de los centros de coworking que existen actualmente ofrecen todos estos servicios dentro de un paquete integral sin ningún coste adicional para el cliente. El resto suele cobrar aparte algunos de ellos, con lo cual hay diferencias de ingresos entre unas y otras y a más miembros, mayores son los beneficios.
Es evidente que a más miembros, mayores serán los beneficios. El 70% de los centros de coworking privados con una cifra superior a 50 miembros son rentables, mientras que el 20% tiene pérdidas. Por su parte, los centros de coworking con menos de 50 miembros tienen una tasa de rentabilidad del 40%. Por este motivo, se deduce que los pequeños espacios, los que tienen menos de 10 miembros, son los que tienen más dificultades. De hecho, el 56% afirma tener pérdidas, a pesar de tener menos volumen de gastos que los grandes.
Además, generalmente, cuanto más tiempo llevan funcionando, más rentabilidad obtienen. Esto tiene que ver mucho con la llegada de nuevos miembros. Por este motivo, no es de extrañar que los centros de coworking menos rentables sean los más nuevos.
Además, si echas un vistazo a los datos sobre la rentabilidad de los espacios de coworking te darás cuenta de que en la actualidad solamente el 40% de ellos es rentable, pero esto está relacionado con el hecho de que la mitad tengan menos de un año, pues se trata de un negocio que prácticamente acaba de nacer, lo cual reduce significativamente la media. Como ya hemos dicho, 9 de cada 10 consiguen ser rentables si superan los dos años de vida. El trucos está en aprovechar el espacio al máximo y saber qué es lo que la gente quiera y está dispuesta a pagar.
Si estás pensando en crear un centro de coworking y necesitas ayuda con tu proyecto, tanto para hacer reformas como para la distribución y el mobiliario, no dudes en ponerte en contacto con Espacios de Oficina.
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