Ventajas de las oficinas flexibles
¿Sabías que a mayor optimización y flexibilidad del espacio de trabajo, mayor es la productividad? Por eso, no es extraño que, en los últimos años, la cultura empresarial haya ido cambiando y que cada vez sea más abierta y horizontal, y no tan jerarquizada. Las nuevas culturas empresariales se enfocan mucho más en conceptos de trabajo flexible, para lo cual requieren de espacios distintos, haciendo que el modelo de oficina tradicional haya ido quedando anticuado. Hemos pasado de llegar cada día a la oficina y sentarnos en un mismo puesto de trabajo del que no nos movemos en toda la jornada laboral a una forma de trabajo más autónoma con respecto al tiempo y al espacio, donde los resultados son lo realmente importante.
En este sentido, si se buscan cosas distintas, es necesario crear un ambiente distinto, ya que no podemos pedir a nuestro equipo que sea más innovador y más creativo si no cambiamos el modelo tradicional del diseño de la oficina. El espacio de trabajo es un activo infrautilizado por muchas empresas y lo cierto es que bien planteado puede ayudar a reducir costes, a conseguir los objetivos del negocio, mejorar la imagen de marca y aumentar la productividad de los trabajadores. Lo cual tiene mucho que ver con el el hecho de que el 75% de los trabajadores afirmen que el trabajo flexible incrementa su nivel de satisfacción y mejora la conciliación de su vida profesional y personal. A continuación te explicamos con más detalle cuáles son todas las ventajas de las oficinas flexibles.
Mejor aprovechamiento del espacio
El modelo tradicional de oficina no es sostenible desde el punto de vista de la optimización de espacio. Casi la mitad de los puestos de trabajo se pasan horas o incluso días vacíos porque los trabajadores están haciendo cosas en otro lugar. Las oficinas flexibles actuales se planifican en base a la presencia real de los empleados. Cada vez más empresas apuestan por un sistema de no territorialidad en el que los trabajadores no tienen un puesto fijo asignado, sino que se les asigna uno en función de la disponibilidad y de las necesidades de cada momento.
Ahorro de costes
Gracias a la racionalización del espacio, es posible conseguir un ahorro de los costes inmobiliarios superior al 40% y aumentar la productividad un 20%. Y no solamente se ahorran costes de espacio, sino también de energía, ya que, al contar con espacios más reducidos, se consume menos energía. Además, si los empleados pueden elegir los lugares en los que desean trabajar, pueden colocarse en puestos donde haya luz natural, lo que además de ahorrar dinero, aumentar el bienestar y la productividad.
Nuevas funcionalidades
Las oficinas flexibles ofrecen nuevas posibilidades de diseño y del uso del espacio. Por ejemplo, una sala de descanso también puede convertirse en una improvisada sala de reuniones con los colaboradores o en un lugar al que los empleados puedan acudir cuando requieran un mayor nivel de concentración. Con lo cual, podemos crear espacios complementarios para fomentar otras actividades que consideremos necesarias más allá de los tradicionales puestos de trabajo. Muchas empresas empezaron a aplicar este tipo de conceptos para ahorrar espacio, pero lo cierto es que ha conseguido reportar también otros beneficios como el aumento de la creatividad o la mayor colaboración entre trabajadores.
Contar con áreas recreativas
Las oficinas flexibles favorecen la creación es espacios de juego y deporte donde los empleados pueden desconectar y liberarse del estrés. Lo cual resulta muy útil, pues en muchos momentos pueden llegar a sentirse bloqueados. Estas zonas hacen que además de relajarse, tengan tiempo para pensar con más calma y surjan ideas más creativas.