Tipos de falso techo: ¿cuál es el mejor?
Aunque el techo es uno de los lugares que menos miramos cuando estamos en la oficina, lo cierto es que este elemento puede marcar la diferencia en el diseño de la misma. Conocido como "la quinta pared" por muchos diseñadores, los techos juegan un papel clave a la hora de crear o renovar espacios, ya que de ello depende que la estancia transmita la sensación de espacio amplio y abierto. En este sentido, uno de las mejores opciones es el falso techo.
El falso techo o techo registrable son placas que se instalan unos centímetros por debajo del techo original. Un elemento tanto decorativo como funcional que ofrece un amplio abanico de posibilidades a la hora de dar un lavado de cara tanto a una estancia en concreto como a una empresa por completo. Permitiendo reducir y aislar el ruido, minimizar la temperatura, actuar como aislante contra el frío que llega desde fuera y evitar incendios.
Todas estas características lo convierten en una magnífica opción para revestir las instalaciones de cualquier oficina. Pudiendo usarse para recubrir paredes, crear tabiques internos e incluso pequeños muebles en las esquinas y espacios muertos. Sobre todo, los techos de pladur, ya que al combinar materiales como el yeso, el cartón y la escayola, soportan muy bien la presión, además de ser muy flexible y resistente.
Pero además, es posible unirlo con materiales inífugos, la madera o el material para aumentar los resultados y la apariencia final. Y, por supuesto, admiten el tratamiento de productos aislantes térmicos que actúan con la humedad y aíslan el exterior del frío al mejorar la temperatura del interior del edificio.
En cuanto a cuestiones estéticas, el techo registrable también ayuda a embellecer el espacio, ya que permiten la colocación de acabados y elementos como marcos metálicos, lámparas LED, cubrepaneles de madera, etc. En definitiva, funcionalidad y estética en una misma solución constructiva.
Tipos de falso techo en función del tipo de material
En función del tipo de material usado en su fabricación, podemos encontrar actualmente diferentes tipos de techos registrables.
- Techo de rejilla metálica: es uno de los más populares en instalaciones industriales debido a su gran aporte de luz. Se fabrican en aluminio y destacan por su gran durabilidad y por su facilidad de mantenimiento. Podemos encontrarlos en un amplio abanico de colores y modulaciones que permiten una gran variedad de diseños ya acabados.
- Techo de bandejas metálicas: el grosor del acero galvanizado con el que están fabricados este tipo de techos les confiere una enorme resistencia y durabilidad. Ideales para ser instalados en modernas oficinas de grandes dimensiones porque permiten un acceso cómodo y sencillo a las instalaciones técnicas que oculta. Además, su gama de colores y acabados permite un alto grado de personalización.
- Techo de lamas metálicas: este tipo de techo es fácil de mantener y de desmontar. Pudiendo encontrar numerosos modelos con infinidad de tamaños, formas y colores diferentes, que lo convierte en la opción más versátil del mercado.
- Techo de viruta de madera: se trata de una opción completamente natural que permite un gran aislamiento acústico. Pero además, son muy resistentes a la humedad y su cuidada estética permite dar un toque espacial a los espacios.
- Techo de fibra mineral: junto al techo de rejilla metálica, este tipo de falso techo es una de las alternativas más populares debido a su gran capacidad de absorción acústica debido a su grosor, a su acabado perforado, a su coste y a su facilidad de mantenimiento.
- Techo de vinilo: es especialmente impermeable y muy fácil de limpiar gracias al revestimiento de Policloruro de Vinilo. Una opción muy interesante para proteger el techo del vapor mediante una lámina de aluminio que se incluye en su parte posterior. Además, es barato y fácil de instalar y de mantener.