Suelo técnico: características y usos
El suelo técnico es un sistema avanzado que surgió para responder a la necesidad de esconder la gran cantidad de instalaciones con las que suelen contar los espacios laborales. Instalaciones como tuberías, electricidad, telefónica y equipos de climatización, entre otros, generan un gran cableado y demás elementos que por temas de estética, seguridad y practicidad, deben ser ocultadas. Y es así como apareció el suelo técnico elevado, muy popular en todo tipo de empresas y entornos de trabajo.
No obstante, no deben confundirse con el pavimento elevado, que suele fabricarse en materiales tradicionales y se colocan directamente sobre el suelo anterior. El suelo técnico se caracteriza por estar formado por subestructuras a modo de entramados modulares sobre los que se colocan directamente placas que conforman el suelo terminado.
Los módulos de suelo son piezas de dimensiones iguales que se montan sobre el entramado horizontal. Son estos módulos los que aguantan el peso final, por lo que deben presentar cierta rigidez. Se distribuyen sobre una base metálica sobre la que se suele sustentar una tabla de conglomerado. El acabado de estos módulos varía en función de las preferencias estéticas, desde moquetas a pavimentos de madera, piedra o vinilo.
Una solución muy interesante para edificios de usos administrativos que requieren de un complejo entramado de instalaciones que requieren de un mantenimiento periódico, pero que cuenten con un plantas de formas regulares para poder adaptarse con facilidad al pavimento anterior.
Características y ventajas del suelo técnico
La mayor ventaja del suelo técnico radica en que este tipo de suelo se eleva sobre el anterior pavimento para distribuir por debajo las diferentes instalaciones técnicas, permitiendo que puedan ser revisadas periódicamente sin dificultad para llevar a cabo las tareas de mantenimiento que sean necesarias. Pero además, son muchas las cualidades que convierten al suelo técnico es una excelente alternativa en locales comerciales, oficinas y zonas técnicas:
- Gracias a la posibilidad de ocultar las instalaciones, son una de las mejores opciones para embellecer el espacio y crear un entorno más limpio desde el punto de vista visual.
- Debido a sus características de movilidad a la hora de realizar cambios en las oficinas o espacios de trabajo, podemos disfrutar de una mayor versatilidad, adaptando nuestras instalaciones a las circunstancias cada momento. Pudiendo combinarse distintas estructuras en base a las necesidades de cada zona.
- Mayor rendimiento en su colocación frente a los suelos tradicionales. Su facilidad de montaje hace que el tiempo que se debe dedicar a ello sea menor. Con lo cual, el coste es mucho menor.
- Su mantenimiento es muy sencillo, ya que si algún módulo se estropea, lo único que tenemos que hacer es sustituirlo por otro, sin que haya que hacer obras. Lo que supone un gran ahorro de tiempo y dinero.
- Gracias a las instalaciones mediante ventosas, la accesibilidad a las diferentes instalaciones técnicas está garantizada.
- Alta capacidad de carga mecánica tanto en los suelos técnicos interiores como en los exteriores.
- El suelo técnico presenta una magnífica reacción al fuego y, al mismo tiempo, conlleva un significativo ahorro de energía. Permitiendo además ahorrar costes en futuros cambios gracias a su gran versatilidad.
- Alto nivel de personalización. El suelo técnico ofrece a los diseñadores una gran libertad decorativa, ya que los distintos tipos de materiales y paneles de recubrimiento permiten dar con un tipo de pavimento que se ajuste a cada uso. Por ejemplo, podemos encontrar suelos técnicos con acabados en moqueta o suelos técnicos en PVC.