Riesgos laborales en la oficina: ¿cuáles son y cómo reducirlos?
Dentro de los espacios de trabajo son muchos los factores que pueden afectar negativamente a la salud de los empleados. En el caso de las oficinas, donde muchas veces se cree erróneamente que estos riesgos son mínimos, lo cierto es que hay riesgos específicos muy relacionados con las conductas que se mantienen durante las rutinas de trabajo de trabajo, pudiendo provocar graves daños si no se corrigen o no se ponen en marcha medidas para mejorarlas.
La falta de orden y limpieza puede producir caídas, un mal uso de las herramientas de trabajo puede ocasionar daños y un mal mantenimiento de la instalación eléctrica o un uso deficiente de los equipos electrónicos y eléctricos puede causar accidentes. Pero además, hay riesgos laborales específicos relacionados con la carga física, la exposición a las pantallas o las superficies de trabajo que pueden repercutir negativamente en la salud de los trabajadores.
En este sentido, escoger el mobiliario adecuado, permitir cambios frecuentes de postura y proporcionar tiempo para el descanso visual puede ayudar a reducir notablemente este tipo de riesgos en la oficina. Problemas que pueden terminar afectando a la empresa en el caso de que conlleven una baja laboral. Por eso, hacer una buena inversión en la prevención de riesgos laborales es fundamental tanto para mantener contentos a los empleados como para ahorrar costes en el futuro.
Aspectos a tener en cuenta para reducir los riesgos laborales en la oficina
1. Diseño de las instalaciones
El diseño de la oficina debe adaptarse perfectamente a la actividad que desarrollan los trabajadores de la empresa, prestando atención a todos aquellos aspectos que tengan que ver con las dependencias físicas de la misma. Por esta razón, es clave analizar con detalle el tipo de local, el sistema de emergencias que tiene, la climatización, el acondicionamiento acústico y la iluminación. Sin olvidar, por supuesto, las medidas de seguridad e higiene, que deben ser cumplidas rigurosamente.
2. Prevención
Cuando no se aplican las medidas de prevención adecuadas para los sistemas informáticos que se usan a diario en las oficinas pueden surgir molestias y alteraciones relacionadas con la vista. Cuando aparece la fatiga visual, la productividad de los trabajadores disminuye considerablemente, dando lugar a problemas de salud de tipo psicosocial, como estrés o falta de motivación. Algo que también debe tenerse muy en cuenta en un plan de gestión de prevención de riesgos laborales.
3. Aspectos internos
También deben tenerse en cuenta los diferentes elementos que componen cada puesto de trabajo, como el mobiliario y los equipos informáticos. En el caso del mobiliario, sobre todo sillas y mesas, debemos prestar mucha atención a su calidad y ergonomía para prevenir las dolencias más habituales que suelen darse entre los trabajadores de oficina, como los problemas de cuello y espalda, que suelen ser algunas de las causas más comunes de absentismo laboral debido a las posturas incorrectas o deficientes.
4. Formación e información
Por último, es importante recordar que no sólo basta con poner en marcha las medidas de prevención adecuadas para reducir los riesgos laborales, sino que además debemos llevar a cabo una buena labor informativa y formativa para todos los trabajadores que forman parte de la compañía, ya que es de vital importancia que aprendan a aplicar las medidas de salud y seguridad que garantizan su bienestar. Y es que, por mucho que nos preocupemos de comprar las mejores mesas, sillas o sistemas informáticos, si las personas que tienen que usarlos no saben cómo hacerlo de manera correcta y saludable, no estarán cumpliendo su función.