La ergonomía de la oficina es un punto de vital importancia para mejorar la relación entre el empleado, la oficina y su ordenador, ocupándose de diseñar tareas, herramientas y espacios de trabajo para adaptarlos al trabajador en función de sus características físicas y psicológicas y no al revés. Eso sí, siempre respetando los objetivos de la empresa, es decir, la rentabilidad, la productividad y la eficiencia.
Los puestos de trabajo ergonómicos consiguen que las instalaciones y los equipos de la empresa puedan ser usados no solamente por un empleado, sino por varios, ya que las sillas, las mesas, los ordenadores y los escritorios pueden regularse para adaptarse a los factores fisiológicos, biomecánicos y anatómicos de las personas.
Es cierto que el coste de adaptar la oficina para hacerla más ergonómica tiene un coste mayor que el de otras opciones como diseñar los puestos de trabajo teniendo en cuenta el tamaño promedio del cuerpo de la mayoría, pero la realidad es que este tipo de cuestiones son las que a la larga ofrecen una mayor comodidad a los trabajadores, haciendo que sean más productivos.
¿Cómo diseñar puestos de trabajo ergonómicos en tu empresa?
La silla debe ser estable para que el usuario pueda apoyarse sobre el borde del asiento, el respaldo y los antebrazos de manera segura. Siendo recomendable que sea giratorio. La altura y la inclinación del respaldo deben ser regulables cuando estemos sentados para poder apoyar la espalda sin que el borde del asiento presione la parte de atrás de las piernas. Y también deben poder ajustarse los reposabrazos para que no tropiecen con la mesa al acercarse. Además, deben evitarse los acabados que puedan ocasionar lesiones y los tapizados que no dejen pasar el aire y favorezcan la sudoración.
Los bordes y las esquinas de la mesa deben ser redondeados y no presentar salientes. En cuanto a la posición, tiene que estar a la altura de los codos del usuario cuando esté sentado, permitiendo que se mantengan en descanso y flexionados unos 90 grados. Dejando espacio suficiente bajo la mesa para acomodar al usuario y por encima para colocar los elementos necesario para llevar a cabo sus funciones cómodamente.
Ordenador
El tamaño ideal para la pantalla para las tareas de lectura debe ser superior a los 35 cm, es decir, 14 pulgadas, y para las tareas de gráficos, debe ser superior a los 42 cm, es decir, 17 pulgadas. El borde superior del monitor siempre debe estar por encima de los ojos y la distancia entre los ojos y la pantalla siempre debe ser menor a 40 cm.
Además, es recomendable que la inclinación del teclado pueda ajustarse para que se mantenga en la posición elegida de manera estable. Entre el teclado y el borde frontal de la mesa debe haber una distancia menor a los 10 cm. En cuanto al ratón, éste debe poder manejarse tanto por diestros como por zurdos y su posición debe permitir el apoyo del antebrazo sobre la mesa y de parte de los dedos sin que haya que estirar el brazo excesivamente.
Entorno
No solamente son importantes los propios elementos del puesto de trabajo, sino también el entorno. En primer lugar, debemos tener muy en cuenta el nivel de iluminación y que no haya fuentes de luz brillante que deslumbren, ya sea de manera directa o indirecta. Por otro lado, el nivel de ruido no debe ser tan alto como para que se altere la capacidad de comunicación entre los miembros del equipo y de concentración del trabajador. La temperatura también debe ser adecuado, nunca inferior a los 22 grados ni superior a los 25 grados. Y el espacio del que debe disponer es de al menos 1,15 m de radio.
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