Los estilos decorativos entre los que podemos elegir en la actualidad son muchos y muy variados y además van cambiando dependiendo de la época y de las tendencias decorativas del momento. Por esta razón, sabemos que no resulta una decisión nada sencilla. Sobre todo si pensamos en todos los elementos que deben tenerse en cuenta, como los muebles, los colores, los materiales y la iluminación. Por eso, si estás pensando en montar una nueva oficina o quieres darle un lavado de cara a tu empresa, hoy en Espacios de Oficina te mostramos un breve repaso sobre los rasgos más característicos de los mejores estilos de decoración para oficinas.
Estilo clásico
Aunque no es tendencia actualmente, no tardará mucho en regresar. En este estilo, la madera y los metales nobles ayudan a expresar esa sensación de buen gusto y de opulencia y los elementos decorativos se inspiran en la escultura clásica, usando materiales como el mármol. Pero el cuero, el cristal y las telas brillantes también son rasgos característicos de este estilo.
Estilo nórdico
En el estilo nórdico el protagonismo absoluto recae sobre los materiales naturales, especialmente la madera de tonos claros, como el roble, el arces, el pino o el haya. Pudiendo encontrarla tanto en el pavimento como en los muebles. Lo que mejor caracteriza a este estilo es su búsqueda por la sencillez y por la funcionalidad a la hora de almacenarlo todo, pero también la iluminación natural. En cuanto a los elementos decorativos, suelen usarse tonos alegres que hagan contraste con los colores claros del resto.
Estilo industrial
El estilo industrial es tendencia. Un estilo en el que los ladrillos, las vigas de metal y las tuberías quedan completamente a la vista. Además, no importa en qué estado se encuentren los muebles, pudiendo encontrar golpes o grietas en el metal. Se trata de crear un espacio lleno de autenticidad a través de una tendencia anárquica que combina objetos antiguos con otros de vanguardia y que siempre queda genial. En este estilo el color gris y los tonos cobre son los protagonistas.
Estilo rústico
El estilo rústico solamente es recomendable cuando los mismos elementos estructurales de la oficina encajen con el ambiente rural. No hace falta que nuestra oficina esté en medio del campo, pero lo cierto es que no tiene mucho sentido que incluyamos el estilo rústico en un pequeño piso en el centro de la ciudad. Por lo menos, necesitarás que haya revestimientos de piedra en la pared, vigas de madera y algunos elementos de hierro. Además, los elementos tecnológicos no deberían estar a la vista. Para enriquecer el ambiente, lo que mejor va son las maderas nobles, las piezas artesanales y las herramientas antiguas.
Estilo vintage
Los muebles que caracterizan al estilo vintage son provenzales y de inspiración natural y nunca faltan las flores ni los estampados. Una tendencia parecida al estilo rústico pero más refinado y urbanita y que puede reforzarse con numerosos elementos propios de la época, como carteles de publicidad.
Estilo oriental
El estilo oriental procede de China y Japón y puede reinterpretarse con cualquiera de los estilos anteriores. Sus principales rasgos son el equilibrio de las formas, el minimalismo, el orden y la horizontalidad. Un estilo que busca la paz y la tranquilidad a través de elementos como velas o inciensos, y los tonos blanco, madera y negro.
Estilo minimalista
El arquitecto alemán Mies van der Rohe solía decir que "menos es más". Por eso, la clave de este estilo está en elegir muy bien cada elemento para evitar la saturación. Los muebles deben ser los mínimos y funcionales y las estanterías no pueden convertirse en acumuladores de objetos que no sirven para nada. El blanco suele ser el color predominante y las líneas suelen ser geométricas y estilizadas.
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