Aunque muchas veces pensamos en las oficinas como un sitio serio, cerrado, gris y aburrido, lo cierto es que esto no tiene por qué ser así. Nuestro espacio de trabajo es el lugar en el que más tiempo pasamos a lo largo del día, por lo que debería ser un lugar alegre, fresco y motivador. Algo que tienen muy claros las oficinas modernas, que están creando nuevos espacios de trabajo que rompan con todo lo anterior, consiguiendo que sean lugares multifuncionales y acogedores, en lugar de monótonos y aburridos.
Oficinas iluminadas, amplias, llenas de vida, funcionales y que garanticen el bienestar de las personas que acuden a ellas a trabajar cada día. Y en este terreno la decoración juega un papel fundamental, ya que tanto el mobiliario como los distintos elementos que se incluyan en ella fomentará un tipo de ambiente u otro y transmitirán unos valores u otros. A continuación, te contamos cuáles son las claves para decorar una oficina moderna.
Las oficinas modernas son espacios dinámicos que se adaptan rápidamente a los contantes cambios que se producen en ellas, por lo que están en continuo movimiento. Además, el modelo en el que los trabajadores no se relacionan entre ellos y pasan 8 horas sentados en el mismo puesto de trabajo es cosa del pasado.
Las oficinas de hoy en día apuestan por espacios abiertos y diáfanos, y al mismo tiempo multifuncionales. Oficinas sin límites cuyo objetivo es que los empleados encuentren la inspiración necesaria en cada momento y que puedan trabajar solos o en grupo según se requiera.
Para lograrlo, la opción preferida es la combinación hierro y acero con cristal, que permite separar los distintos ambientes y crear estancias como salas de reuniones a través de mamparas de oficina, sin saturar visualmente el espacio en exceso. De esta manera, se consiguen espacios amplios pero al mismo tiempo separados.
El mobiliario de oficina también es un elemento clave dentro de las oficinas modernas. En este terreno se decantan por estilos minimalistas que destacan por sus líneas rectas y puras y por crear espacios ordenados.
El mobiliario debe ser sencillo y funcional, sin artificios ni elementos decorativos que no aporten nada, sino que deben ser prácticos. Por eso, las oficinas actuales usan exclusivamente los muebles imprescindibles para cada lugar, ya que de este modo no se recargan demasiado los espacios.
Además, los muebles suelen ser de colores neutros como el beige o el blanco y sin tiradores, lo que proporciona a la empresa una apariencia más luminosa, amplia y moderna.
La tendencia de lo biológico, lo eco y lo natural también se ha trasladado al mundo empresarial. En las oficinas modernas se incorporan elementos naturales que van desde plantas y jardines verticales para decorar determinados rincones hasta la abundante presencia de materiales como la madera en suelos y paredes. La idea es que los empleados se sientan en contacto con la naturaleza para favorecer el bienestar y la calma, facilitando así la realización de sus tareas. Pero también destaca el uso de las luces LED, con lámparas con diseños sorprendentes y originales.
Las salas de reuniones son uno de los lugares clave de una oficina. Deben ser espacios creativos que favorezcan el desarrollo y el intercambio de ideas entre los distintos departamentos y miembros de la plantilla. Las frases motivadoras, las pizarras gigantes, los colores atrevidos y el mobiliario cómodo son aspectos que debemos tener muy en cuenta.
Pero no solo los empleados deben sentirse cómodos, sino también los clientes que vistan la empresa. Hay que tener en cuenta que la recepción o sala de espera es el primer contacto con los clientes tienen con nuestro negocio, por lo que es importante causar buena impresión. Las oficinas coloridas y llenas de fuerza hacen que los clientes se sientan bien recibidos.
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